
Las 𝐉𝐨𝐫𝐧𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐂𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐬 𝐲 𝐥𝐚𝐬 𝐀𝐫𝐭𝐞𝐬 avanzan con paso firme, iluminando nuestro otoño cultural con dos citas que han tejido conocimiento y territorio.
Isabel Más nos abrió la puerta a la energía desde una mirada cercana, capaz de hacer comprensible lo invisible, de traducir lo técnico en claridad cotidiana.
Rafael Poveda heredero de la tradición del Fondillón y su memoria líquida, nos recordó cómo la ciencia también habita en la tierra, en la precisión del tiempo y en la belleza paciente de un vino histórico.
Cerramos este ciclo el próximo 28 de noviembre, con un broche dedicado a los más pequeños: un 𝐞𝐯𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐢́𝐟𝐢𝐜𝐨 cuyo 𝐚𝐟𝐨𝐫𝐨 ya está 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐨.
Una muestra de que la curiosidad, cuando se siembra, florece sin edad.



