
El Casino de Novelda volvió a llenarse de magia —y de algún que otro susto— durante los días 30 y 31 de octubre.
Entre risas, disfraces y calabazas, los peques disfrutaron de talleres, juegos y una fiesta de 𝐇𝐚𝐥𝐥𝐨𝐰𝐞𝐞𝐧 donde la imaginación fue la auténtica protagonista.
Hubo brujas diminutas, fantasmas juguetones y una energía contagiosa que hizo olvidar el miedo… o al menos disfrazarlo de alegría.
Gracias a todas las familias que llenaron el Casino de color naranja y sonrisas. Porque el miedo compartido, en realidad, da mucha vida.



