Vermú con Modernismo

El sábado, el Casino se llenó de esa luz de mediodía que parece venir con música de fondo.

Entre risas, copas frías y conversaciones sin prisa, el vermut se convirtió en una celebración sencilla, de esas que no necesitan decorado porque lo tienen todo: la gente, el lugar y el momento.

El jardín olía a otoño y a buena compañía. Los acordes en directo pusieron ritmo a una mañana que recordó que el modernismo también se vive a plena luz, entre amigos, entre brindis y entre notas que se escapan por los ventanales abiertos.

No hizo falta mirar el reloj: el tiempo se detuvo lo justo para que Novelda volviera a encontrarse en su esencia, esa mezcla de elegancia, alegría y vida compartida que solo el Casino sabe reunir.

𝐄𝐥 𝐦𝐨𝐝𝐞𝐫𝐧𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞́𝐧 𝐬𝐚𝐛𝐞 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐧̃𝐚𝐧𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐚𝐧 𝐚 𝐯𝐢𝐯𝐢𝐫 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐦𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐚.