Hay noches que no se programan, se recuerdan.
El Casino de Novelda volvió a vestirse de #modernismo y con esta cena, se subió el telón de uno de los fines de semana más esperados del año.
Entre columnas que parecían susurrar historias de tertulias antiguas, se sirvió algo más que un menú: se sirvió un viaje en el tiempo.
Las lámparas, las voces, los gestos y hasta la música tenían esa elegancia que no se improvisa.
No fue solo una cena, sino un acto de fidelidad con la belleza, con el gusto por las formas y los detalles.
Un homenaje a la ciudad que conserva su alma modernista no en los edificios, sino en la manera en que celebra su historia.
Porque el modernismo no es un estilo: es una forma de mirar. Y en la #cenainaugural en el Casino, Novelda volvió a mirar al pasado con la misma emoción con la que se mira algo que todavía late.
